jueves, 21 de agosto de 2014

Fuerteventura

Fuerteventura

Geografía física


Fuerteventura junto con la isla hermana de Lanzarote son las más áridas de las Islas, además es la más cercana a la costa africana (97 km). Tiene una superficie de 1.659 kilómetros cuadrados, por lo que se trata de la segunda isla más extensa del archipiélago. Al noroeste, a sólo 6 km, se halla la pequeña Isla de Lobos, perteneciente a Fuerteventura, con una superficie de 4,58 kilómetros cuadrados.



Fuerteventura exhibe extensas planicies, fruto de un intenso proceso erosivo a lo largo de su historia. Es la isla más antigua del archipiélago, habiendo experimentado numerosas erupciones volcánicas. Según establece la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, 47.695 ha de la isla de Fuerteventura están ocupadas por 13 espacios naturales protegidos, como las zonas cubiertas de lava del Malpaís Grande y Chico, el lugar de interés científico localizado en el Saladar de Jandía o el monumento natural de la Montaña de Tindaya.

En la zona central se encuentra el macizo de Betancuria, con una cota máxima de 762 m en el Pico de la Atalaya. Al sur se hallan el istmo de la Pared y la península de Jandía, con el Pico de la Zarza a 807 m de altitud. Este último es el monte más elevado de la isla.


La longitud de costa de Fuerteventura es de casi 326 kilómetros, de los cuales 77 son de playa, lo que la sitúa en segundo lugar en cuanto a longitud del litoral, tras Tenerife, y en primer lugar en lo que respecta a perímetro de playas de las islas. En torno a las dos terceras partes de las playas son largas y de arena blanca o negra, siendo el resto de cantos rodados o mezcla de cantos y arena. Pájara, al sur, cuenta con 136 km de costa. En el municipio se encuentran las playas de la Península de Jandía, las más extensas de Canarias, que van desde Costa Calma, pasando por Esquinzo-Butihondo, Morro Jable y el Puertito de la Cruz, hasta la Punta de Jandía, por la zona de Sotavento y desde la Punta de Jandía, pasando por Cofete hasta La Pared, por la zona de Barlovento. Al norte, con 90 km, La Oliva es el segundo municipio en longitud de costa de la isla, donde destacan las dunas de Corralejo, El Cotillo y Majanicho. La costa está jalonada por varios faros, entre los que destaca el Faro de La Entallada por su arquitectura y por sus 196 m de altitud sobre el nivel del mar, que lo convierten en uno de los más elevados de las islas.


Clima

El clima es subtropical árido y las temperaturas permanecen casi constantes durante todo el año (20,4 °C de temperatura media ). Las precipitaciones son escasas en la mayor parte de la superficie de la Isla, existiendo algunas excepciones, como el Macizo de Betancuria, Cordillera de Jandía, y los altos de las montañas de El Cardón, La Muda y El Aceitunal. Fuerteventura, junto con Lanzarote son las islas más áridas del Archipiélago Canario. Debido a la baja altitud que presentan estas islas no retiene las masas de aire húmedo, como sucede en otras islas del archipiélago. También la cercanía de la zona de altas presiones de las Azores determina el clima en Fuerteventura. Los vientos dominantes son del noreste o del norte.

El clima en el Macizo de Betancuria (762 m), la Cordillera de Jandía (807 m), y los altos de las montañas de El Cardón (616m), El Aceitunal (686 m) y La Muda (689 m), presentan notables diferencias pluviométricas y térmicas con respecto al resto de la isla. Las formaciones de nubes son más frecuentes y la humedad más destacable.

Un fenómeno común a todas las islas pero con mayor incidencia en las orientales, debido a la proximidad de la costa africana, es la calima, nombre por el que se conoce en Canarias al polvo en suspensión generado por las tormentas de arena del Sahara, que llega a las islas traído por el siroco.


Flora y fauna


El saladar se encuentra en las zonas inundadas periódicamente por la marea, dando lugar a elementos halófilos. Aquí destacan El Salado, el Matomoro y la Uva de Mar. Su ecosistema más destacado son los saladares del Sitio de Interés Científico de la Playa del Matorral, espacio protegido por el Gobierno de Canarias desde 1994.Fuerteventura se caracteriza por la escasa referencia visual de vegetación. La flora en la isla no es abundante, a pesar de que existen gran cantidad de endemismos, debido a las peculiaridades del clima. Destacan como formaciones más frecuentes el matorral y los líquenes. También la aulaga, el verode, las tabaibas y los cardones. Las palmeras tarajales se concentran en los cauces de los barrancos y valles. En el Pico de la Zarza se encuentra un endemismo vegetal muy valioso, Ononis christii, de muy bella inflorescencia.


En cuanto a la fauna, lo más destacable son las numerosas especies de aves, muchas de ellas migratorias. Así tenemos a la hubara canaria, la pardela, el guirre, la aguililla, el cernícalo, al chorlitejo grande, al chorlito gris, a la garceta, el corredor, la abubilla, etc...


El guirre o alimoche común es la única especie de buitre que habita en Canarias y está considerada como especie en extinción según el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias. Actualmente se calcula que su población ronda los 150 individuos en Fuerteventura y una pareja en Lanzarote. En la actualidad hay en marcha un Proyecto Life de la Unión Europea cuyo objetivo es la conservación de esta ave. Para ello se pretenden eliminar en lo posible los peligros que la amenazan, que básicamente son las líneas de alta tensión, el envenenamiento por el plomo de los perdigones utilizados para cazar y las molestias ocasionadas por el turismo. También se pretende vigilar las áreas de nidificación para evitar muertes prematuras de los pollos y la creación de comederos controlados a fin de que no les falte alimento. El coste total del proyecto asciende a 829.937,00 €, de los cuales, LIFE aportará 414.968,00 € hasta 200813


Por otro lado podemos encontrar en la isla, además de los animales domésticos,
 erizos, lagartos, murciélagos, tortugas, conejos, etc... El caso de la pardela también es especial. La pardela cenicienta (Calonectris diomedea), que es una de las dos subespecies de pardela más comunes en Canarias, es una ave migratoria con un ciclo de vida no muy largo, que se reproduce una vez al año, con puestas de solo un huevo cada vez. Entre mediados de octubre y noviembre, los pollos suelen abandonar los nidos, por lo que resultan muy vulnerables en ese momento. Además, en su primer vuelo hacia el mar, pueden desorientarse por la contaminación lumínica y chocar con gran cantidad de obstáculos. Esta subespecie de pardela es una ave protegida de interés científico, por lo que anualmente se lleva a cabo una campaña de rescate en la que intervienen tanto las autoridades locales como la Guardia Civil.

pardela cenicienta
erizo común