Tenerife y su flora y fauna
Orografía y paisaje
La abrupta orografía isleña y su variedad de climas dan como resultado un territorio de múltiples paisajes y formas, desde el Parque Nacional del Teide con su amalgama de colores fruto de las sucesivas erupciones volcánicas, hasta los Acantilados de Los Gigantes con sus paredes verticales, pasando por zonas semidesérticas con plantas resistentes a la sequedad en el sur, o por ambientes de carácter meramente volcánico como es el Malpaís de Güímar o el Malpaís de La Rasca.
También cuenta con playas naturales como la de El Médano (con parajes protegidos en su entorno como Montaña Roja y Montaña Pelada) valles con cultivos tropicales y subtropicales, boscosos parajes de laurisilva en los macizos de Anaga y Teno (con profundos y escarpados barrancos) y extensos bosques de pinos por encima de esta última formación vegetal.
Edificio central
Las principales estructuras de Tenerife, que a continuación se describen, conforman el edificio central, con el complejo Teide-Pico Viejo y el circo de Las Cañadas. Se trata de una semicaldera de 130 kilómetros cuadrados, que ha sido originada por un conjunto de procesos geológicos explicados en el epígrafeOrigen y formación. El circo está parcialmente ocupado por el estratovolcán Teide-Pico Viejo y completado por los materiales que ha emitido en sus diferentes erupciones. Destacan en su interior los Roques de García, entre los que está el más conocido, el Roque Cinchado. Otra formación llamativa son Los Azulejos, compuesto por fonolitas de colores verdosos que se han creado por actividad hidrotermal.Al sur de La Caldera destaca la Montaña de Guajara, que con 2.718 metros es la de mayor altitud de las que constituyen el anfiteatro de Las Cañadas del Teide. Al pie de estas paredes se han creado llanos endorreicos de materiales sedimentarios muy finos, siendo el más conocido el Llano de Ucanca.
Desde 1954, el Teide y todo el circo de su alrededor (aunque hubo una ampliación posterior de sus límites) está declarado como Parque Nacional. Además, desde junio de 2007 está incluido por la Unesco dentro de los espacios Patrimonio de la Humanidad como bien natural. Al oeste se encuentra el volcán Pico Viejo,. En un lateral de éste, se encuentra el Volcán de Chahorra o Narices del Teide, donde se produjo la última erupción que se ha dado en el entorno del Teide, en 1798.El Pico del Teide, con 3.718 metros sobre el nivel del mar y más de 7.000 sobre el fondo oceánico, es el punto más elevado de la isla, del territorio español y de todas las tierras emergidas del Atlántico. Este volcán, el tercero más grande del planeta desde su base, es el símbolo de Tenerife por antonomasia y el monumento natural más emblemático del Archipiélago Canario. Su situación central, sus importantes dimensiones, su silueta y su paisaje nevado lo dotan de una singular personalidad. Ya los aborígenes guanches lo consideraban lugar de culto y adoración.
Macizos
El macizo de Anaga, en el extremo nororiental de la isla, posee un perfil topográfico irregular y escabroso donde a pesar de no presentar grandes cotas, destaca la Cruz de Taborno con 1.024 metros. Debido a la antigüedad de sus materiales (5,7 m a.), a sus profundos procesos erosivos y a la densa red de diques que atraviesan el macizo, son numerosos los roques que aparecen en superficie, tanto de etiología fonolítica como traquítica. Existe una gran cantidad de barrancos escarpados y muy encajados en el terreno. En la costa de Anaga predominan los acantilados, por lo que existe un número escaso de playas; no obstante, las que hay suelen coincidir con zonas de desembocadura de barrancos, algunas de rocas y otras de arena negra.El macizo de Adeje se sitúa en el extremo meridional de la isla, teniendo como mayor exponente al Roque del Conde, con 1.001 metros de altitud. El macizo no es tan apreciable por su reducida estructura inicial, hecho que añadido a la historia geológica del lugar ha potenciado un intenso desmantelamiento de sus materiales, perdiendo de ese modo su aspecto y envergadura original. El macizo de Teno se encuentra en el extremo noroccidental. Al igual que en Anaga, se trata de una zona de estructuras desmanteladas y hondos barrancos que se han originado por erosión. Sin embargo, aquí los materiales son más antiguos (aproximadamente 7,4 m. a.). Destacan la Montaña de Gala que con 1.342 metros representa la mayor altitud. El paisaje más singular de este Macizo se encuentra en su costa sur. Se trata de los Acantilados de Los Gigantes, con paredes verticales que llegan a alcanzar en algunos puntos los 500 metros de altura.
La Cordillera Dorsal o dorsal de Pedro Gil abarca desde el principio del monte de La Esperanza, a unos 750 metros de altitud aproximadamente, hasta la zona central de la isla, en las inmediaciones de la Caldera de Las Cañadas, siendo Izaña, su punto más alto, con 2.350 metros sobre el nivel del mar. Esta estructura se ha constituido a expensas de un vulcanismo fisural de tipo basáltico a través de uno de los ejes o directrices estructurales que han dado origen al vulcanismo de la isla. Dorsales
La dorsal de Abeque se encuentra formada por una cadena de volcanes que unen el macizo de Teno con el edificio central insular Teide-Pico Viejo a partir de otro de los tres ejes o directrices estructurales de Tenerife. A esta dorsal pertenece el volcán histórico de Chinyero cuya última erupción se registró en 1909.
La dorsal Sur o dorsal de Adeje está al amparo del último de los ejes estructurales. Destacan los restos de su macizo como formación primigenia, así como las alineaciones de pequeños conos volcánicos y de roques esparcidos por toda esta zona del sur tinerfeño.
La dorsal de Anaga divide naturalmente la región del macizo de Anaga de este a oeste. Separa los valles de San Andrés (al sur) y Taganana (al norte).
Valles
Los valles son otra de las formas de relieve más destacadas. Los más importantes son el Valle de La Orotava y el Valle de Güímar que se han generado por el deslizamiento en masa de grandes cantidades de materiales hacia el mar, creando una hondonada en el terreno. Existen otros valles que se distribuyen por diversos enclaves de la geografía de Tenerife, aunque, en este caso, de diferente naturaleza. Suelen ser valles intercolinares que se han conformado tras el depósito de mayor cantidad de materiales geológicos en lomas laterales, o simplemente cauces amplios de determinados barrancos que en su evolución han tomado el aspecto de típicos valles.
Barrancos
Tenerife, debido principalmente a su gran altitud y a su silueta en semejanza a un tejado de dos aguas, está surcada por gran cantidad de barrancos. Éstos constituyen uno de los elementos más característicos de su paisaje, originados por la erosión ejercida por la escorrentía superficial a lo largo de la historia. Destacan los barrancos de Ruiz, Fasnia y Güímar, el barranco del Infierno y Erques, todos ellos declarados espacios naturales protegidos por las instituciones canarias.
Tubos volcánicos
Los tubos de lava, o tubos volcánicos, son cuevas volcánicas, usualmente con forma de túneles, formados en el interior de coladas lávicas más o menos fluidas mientras dura la actividad reogenética. Entre los muchos tubos volcánicos existentes en la isla destaca la llamada Cueva del Viento, situada en el municipio norteño de Icod de los Vinos, que es el tubo volcánico más grande de Europa y uno de los más grande del mundo, aunque durante mucho tiempo fue considerado incluso el más grande del mundo.
Flora y Fauna
La isla de Tenerife disfruta de una notable diversidad ecológica pese a su reducida superficie, lo que es consecuencia de unas condiciones ambientales especiales, ya que la accidentada orografía reinante modifica localmente las condiciones climáticas generales, originando una gran variedad de microclimas. Esta vasta existencia de microclimas y, por lo tanto, de hábitat naturales, se hace manifiesta en la vegetación insular, constituida por una flora rica y variada (1400 especies de plantas superiores), entre las que destacan numerosos endemismos canarios (200) y exclusivamente tinerfeños (140).
Al concentrar este patrimonio vegetal de unas 140 especies exclusivas, la isla de Tenerife muestra la mayor relación de endemismos florísticos de la denominada Macaronesia. Además, la diferente composición química de los diversos materiales volcánicos que han construido el edificio insular, siempre bajo la acción combinada de los factores climáticos, da lugar a una gran diversidad de suelos. La conjunción de estos agentes determina la presencia de múltiples hábitats que albergan numerosas comunidades de plantas y animales que constituyen los singulares ecosistemas de Tenerife.
El estudio de la flora y la fauna tinerfeña puede realizarse de un modo más ordenado si es clasificada según los diferentes pisos ecológicos en los que se divide el terreno de la isla. Dicha división atiende especialmente a la orientación norte o sur de las vertientes de la isla y, por supuesto, a la altitud:
Cardonal - Tabaibal: 0 – 700 m: este estrato se caracteriza por una fuerte insolación y escasez de precipitaciones. En él destacan como especies vegetales las tabaibas, los cardones y cardoncillos, bejeques,...En cuanto a la fauna, son pobres las especies animales vertebradas en este ecosistema; si acaso, algunas aves o reptiles. En cambio, los insectos se encuentran muy bien representados.
Bosques Termófilos: 200 - 600 m: este piso posee mayor grado de humedad y precipitaciones, y una menor insolación. Son importantes, dentro de las especies arbóreas las palmeras, las sabinas, los acebuches y una serie de endemismos como peralillos, guaidiles, españeros, malvas de risco y cinerarias. En relación con la fauna es preciso citar a la mariposa vanessa vulcania y aves insectívoras como la curruca cabecinegra y el capirote.
Fayal-Brezal: 1.000 – 1.500 m: se trata también de un bosque, pero en este caso más seco y pobre en especies. Destacan florísticamente las fayas, brezos, acebiños,...También abundan diferentes especies de setas que pueden ser tanto comestibles como muy venenosas.
Pinar: 800 - 2.000 m: bosque de pinos en formación abierta que se caracteriza por un aumento de la insolación y por una menor uniformidad en las temperaturas diurnas-nocturnas y estacionales. Sobresale por encima de cualquier otra especie el pino canario. La fauna es poco diversa, pero existen dos aves endémicas de singular belleza como el pinzón azul y el pico picapinos.
Alta montaña: por encima de 2.000 m: posee un clima seco, una insolación muy alta y temperaturas extremas. A pesar de estas exigentes condiciones, crecen endemismos vegetales de gran importancia científica y belleza como tajinastes rojos, retama del Teide, codesos, violeta del Teide y especies animales principalmente invertebradas como escarabajos, chinches, y mariposas.
Aún faltaría hablar de la extensa fauna marina de entre la que destacan viejas, meros, abades, salemas, samas, pargos, etc. Gran interés tienen también la tortuga boba y las colonias permanentes de ballenas y delfines que habitan el litoral sur de la isla. Tenerife posee un inventario faunístico que asciende a 56 especies de aves, 13 de mamíferos terrestres, 5 de reptiles, varios miles de invertebrados, 2 de anfibios y 400 de peces además de algunas especies de tortugas marinas y cetáceos.
Antes de la llegada de los aborígenes, Canarias, y en especial Tenerife, estaba habitada por animales endémicos prehistóricos, la mayoría extintos. Entre estas especies se encontraban los lagartos gigantes (Lacerta goliath y Lacerta maxima) o la rata gigante (Canariomys bravoi).
Espacios naturales protegidos
El municipio de La Orotava, en gran parte a expensas del Parque Nacional del Teide, y el de Santa Cruz de Tenerife que hace lo propio con el Parque Rural de Anaga presentan, respectivamente, el 76% y el 74% de su extensión bajo protección. De la misma forma, el emplazamiento mayoritario del Parque Rural de Teno al amparo del municipio de Buenavista del Norte hace que éste disponga de una importante parte de su superficie protegida.Prácticamente la mitad de la isla (48,6%), se encuentra bajo las diferentes fórmulas de protección que atribuyen la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. De los 146 espacios naturales recogidos por la citada red en el conjunto del archipiélago, un total de 43 se encuentran en Tenerife, siendo de este modo la isla que mayor número de espacios posee. Asimismo, atendiendo al porcentaje de territorio protegido con el que cada isla contribuye al total del archipiélago, hay que destacar que es Tenerife con un 37% la isla que encabeza la tabla. La Red contempla hasta ocho categorías de protección distintas, todas ellas representadas en la isla: aparte del parque nacional del Teide, cuenta con el mayor parque natural de Canarias (Corona Forestal), dos parques rurales (Anaga y Teno), cuatro reservas naturales integrales, seis reservas naturales especiales, un total de catorce monumentos naturales, nueve paisajes protegidos y hasta seis sitios de interés científico.
Aqui os dejo un ifram muy interesante
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